Programa de Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación
(P.N.T.I.C.)
 

Unidad 4ª: El encuentro y el descubrimiento de los valores

10.Textos y cuestiones para autoevaluación

1º) Martin Buber, filósofo hebreo que destacó la importancia del diálogo y la relación yo-tú, afirmó con toda energía que «la vida del hombre es encuentro», y «o es encuentro o no es nada»30. ¿En qué plano de la realidad no es nada? ¿Por qué se asfixia el hombre cuando se recluye egoístamente en sí mismo?

2º) En el campo de exterminio de Auschwitz, el psicólogo Viktor Frankl -fundador de la Logoterapia- hizo la experiencia de lo que puede significar una relación de amor para superar una situación límite. Su relato lleva por título: «Cuando a uno ya no le queda nada». Leámoslo a la luz de la teoría del encuentro expuesta en esta lección:

 

V. Frankl, 1905-1997

«Mientras andamos kilómetros y kilómetros a trompicones, chapoteamos en la nieve y resbalamos donde hay hielo, ayudándonos unos a otros a levantarnos y seguir tirando, no se pronuncia una sola palabra, pero sabemos que en ese momento cada uno de nosotros piensa sólo en su mujer. De cuando en cuando miro hacia el cielo donde palidecen las estrellas, o hacia allá al fondo donde, tras una muralla de nubes sombrías, se abre paso la aurora. Pero mi espíritu está ahora lleno de la imagen de mi mujer, imagen que él retiene con una fantasía tan viva como nunca había conocido en mi vida normal. Yo sostengo diálogos con mi mujer. La oigo que me responde, la veo sonreír, veo su mirada que me anima y alienta, y -corporalmente o no- su mirada brilla ahora más que el sol que está naciendo. De pronto un pensamiento me estremece: por primera vez experimento la verdad de lo que tantos pensadores nos han transmitido como fruto de su sabiduría vital y tantos poetas han cantado; la verdad de que el amor es, en cierto modo, lo último y lo más alto a que puede elevarse el ser humano. Ahora comprendo el sentido de lo último y lo más extraordinario que puede proclamar la poesía y el pensamiento y... la fe: ¡La redención por el amor y en el amor! Comprendo que el hombre cuando ya nada le queda en este mundo puede ser feliz -aunque sólo en ciertos instantes- si se entrega interiormente a la imagen de su ser querido. En la situación más triste que se pueda pensar, en la situación en la cual la única actividad posible sólo puede consistir en sufrir con dignidad y gallardía, en tal situación el hombre puede realizarse en la contemplación amorosa, mirando la imagen espiritual del ser querido que guarda en su interior».

«¡Yo no sé siquiera si mi mujer vive! Pero sé una cosa, la aprendí ahora: el amor no se refiere sólo a la existencia corporal de un ser; se refiere, sobre todo, al ser espiritual del ser amado (...). Por eso su existencia concreta y corpórea, su estar aquí conmigo, su estar con vida en cierto modo no es lo decisivo. (...) A mi amor, a mi recuerdo amoroso, a la mirada amorosa de su imagen espiritual todo esto no puede afectarle.(...) En este momento sé bien la verdad que contienen estas frases: ´Ponme como un sello sobre tu corazón... Pues el amor es tan fuerte como la muerte' »31 .

¿En qué nivel de la realidad sitúa Frankl el amor conyugal? ¿Se trata de un auténtico encuentro amoroso? ¿Cómo es posible que el mero recuerdo de la persona amada le infunda energía espiritual en una situación tan adversa? ¿Qué significa exactamente «recordar»?

3º) Uno de los pasajes más emotivos de La perla, de J. Steinbeck, es el que nos describe que Coyotito, el bebé de la humilde familia protagonista, fué picado por un escorpión. Los padres se pusieron en camino hacia la lejana casa del médico. Por el camino se le unieron todos los vecinos, incluso los mendigos. Pero, por carecer los padres de dinero, el bebé no fue atendido:

« - ¿Tenéis dinero para pagar el tratamiento?
Ahora Kino buscó en algún lugar secreto, debajo de su manta. Sacó un papel doblado muchas veces. Pliegue a pliegue, fue abriéndolo hasta dejar a la vista ocho pequeños aljófares deformados, unas perlas feas y grises como úlceras, aplanadas y casi sin valor. El criado cogió el papel y volvió a cerrar la puerta, pero esta vez no tardó. Abrió la puerta apenas lo justo para devolver el papel.
- El doctor ha salido -dijo-. Le han llamado por un caso muy grave - y se apresuró a cerrar, lleno de vergüenza.
Y entonces una ola de vergüenza recorrió la procesión entera. Todos se dispersaron. Los mendigos regresaron a la escalinata de la iglesia, los rezagados huyeron y los vecinos se marcharon para no presenciar la pública humillación de Kino.
Durante un largo rato, Kino permaneció ante la puerta, con Juana a su lado. Lentamente, volvió a ponerse el sombrero de suplicante. Entonces, sin previo aviso, dio un fuerte golpe en la puerta con el puño cerrado. Bajó los ojos para mirar con asombro sus nudillos rajados y la sangre que caía por entre sus dedos»32.

¿En qué plano de la realidad situaba este médico su vida personal?

¿Practicó algún tipo de reduccionismo?

¿Qué tipo de «vergüenza» sintió primero el criado y después los vecinos que acompañaban a Kino y su familia?

¿Por qué la escena narrada está teñida de tristeza?

¿De qué ruptura son imagen los «nudillos rajados» de Kino?

4º) El proceso de encuentro o de «éxtasis» suscita sentimientos de alegría o gozo. El gran pensador francés Henri Bergson supo destacar bellamente en su obra La energía espiritual la relación que existe entre la alegría y la conciencia de estar desarrollándose mediante el ejercicio de la creatividad:

«Los filósofos que han especulado sobre la significación de la vida y sobre el destino del hombre no han notado lo suficiente que la naturaleza se ha tomado el cuidado de instruirnos ella misma sobre ello. Con un signo preciso nos advierte que nuestra meta ha sido lograda. Este signo es la alegría. Digo la alegría y no el placer. El placer no es más que un artificio imaginado por la naturaleza para obtener del ser viviente la conservación de la vida; no indica la dirección en la que la vida está lanzada. Pero la alegría anuncia siempre que la vida ha triunfado, que ha ganado terreno, que ha reportado una victoria: toda gran alegría tiene un acento triunfal.

Ahora bien, si tenemos en cuenta esta indicación y seguimos esta línea de investigación basada en la experiencia, encontramos que siempre que hay alegría hay creación: cuanto más rica es la creación, más profunda es la alegría.

(...) Si, pues, en todos los campos el triunfo de la vida es la creación, ¿no debemos suponer que la vida humana tiene su razón de ser en una creación que puede, a diferencia de la del artista y el sabio, proseguirse en todo momento en todos los hombres: la creación de sí mismo por sí mismo, el acrecentamiento de la personalidad por un esfuerzo que saca mucho de poco, algo de nada, y añade siempre algo a lo que había de riqueza en el mundo?»33.

¿En qué nivel de realidad se da el sentimiento de alegría? ¿Y el de placer?

¿Qué tipo de triunfo experimenta la vida en el encuentro? O lo que es igual: ¿Qué modo de creatividad ejercitan los seres humanos al encontrarse en sentido riguroso?

Esta creatividad ¿es sólo privilegio de unos pocos?

30 Cf. Yo y tú, Caparrós, Madrid 1995, 2ª ed., p. 8; Ich und Du, en Die Schriften über das dialogische Prinzip, L. Schneider, Heidelberg, 1954, p. 8.

31 Cf. Der Mensch vor der Frage nach dem Sinn, Piper, Munich 1989, 7ª ed., págs. 168-170. La edición española (El hombre en busca de sentido, Herder, Barcelona 1988, 9ª ed.) responde a una obra distinta, publicada por Frankl en alemán con el título Ein Psychologe erlebt das Konzentrationslager.

32 Cf. O. cit., Edhasa, Barcelona 1993, p. 26.

33 Cf. L´énergie spirituelle, PUF, París 1944, 32ª ed., págs. 23-24. Este texto, un tanto ampliado, se halla reproducido en mi obra Vértigo y éxtasis. Bases para una vida creativa, PPC, Madrid 1987, págs. 393-395.

Glosario

Absoluto

Procede del verbo latino solvere, desatar, soltar, desligar, y significa lo que está libre de toda limitación.


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