Programa de Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación
(P.N.T.I.C.)
 

Unidad 14ª: Análisis de "JUAN SALVADOR GAVIOTA" de Richard Bach (1936)

5. Valoración general

Richard Bach ha querido en este relato despertar en cada uno de los lectores el «Juan Gaviota» que lleva dentro, hacerle descubrir por propia experiencia que, si se vive la vida con actitud creadora, se abren posibilidades siempre nuevas, se descubren horizontes inéditos. Cada descubrimiento, cada hallazgo implica la instauración de formas nuevas de encuentro y suscita, consiguientemente, sentimientos de gozo y entusiasmo.

Estas experiencias de éxtasis sacan al hombre de su yo solitario y lo abren a su yo solidario. De ahí que, por lógica interna, pidan ser realizadas en convivencia, con espíritu de amor, que es el núcleo del que irradian todos los valores éticos. Las experiencias de éxtasis tienen su origen en la participación y culminan en el acto de compartir. El que comparte la riqueza en que participa porque ama es un ser libre. Esta libertad para la fundación de ámbitos de convivencia en amor es, a su vez, fuente de fiesta y de luz.

Cuando una persona ha logrado la madurez de la auténtica libertad está preparada para ser guía de otras. Juan Salvador Gaviota es una invitación a la responsabilidad que todos los adultos tenemos de ser líderes o instructores respecto a quienes tienen nostalgia de valores más altos y desconocen el camino real para alzarse hasta ellos. Juan -es decir, un hombre cualquiera- ansía elevarse hacia la perfección de su ser. Asciende a un nivel de selección donde se ve dotado de grandes condiciones. No se arroga el derecho de poseerlas para sí. Este bien quiere difundirlo inmediatamente. Ha visto que el mayor valor es el de la solidaridad por amor, el de compartir aquello que uno más estima. Por eso se convierte en guía hacia la superación de los límites que atenazan la verdadera libertad.

Bajo un ropaje argumental que no es sino pretexto para conseguir un escenario lleno de luz y belleza plástica, Richard Bach nos muestra el camino que lleva a la formación de auténticos maestros. Juan Gaviota alcanza su plenitud y su cabal identidad personal porque ha sabido convertirse en maestro, con el fin de redimir y salvar a otros de su falta de aspiraciones y creatividad.

Mediante un simple montaje de fábula, el autor da cuerpo expresivo en este relato al denso tejido de actitudes, anhelos, alegrías y penas, situaciones de unidad solidaria o de soledad amarga que forman el proceso del hombre hacia la plenitud personal. Atribuir esta compleja actividad a simples animales es una ficción, pero los ámbitos de vida humana que debemos ir fundando y entretejiendo si hemos de llegar a ser aquello a lo que estamos llamados son algo plenamente real. Dar cuerpo luminoso a tales ámbitos es la tarea del artista y del hombre de letras, que no se mueven en un mundo de vagas ensoñaciones irreales; intentan poner al descubierto los planos más hondos de la siempre enigmática vida humana.

 

6. Cuestiones para autoevaluación
  1. Ser fiel a las costumbres de nuestros mayores puede ser una virtud o un vicio. Determinar, con ejemplos, cuándo se da lo uno o lo otro. En el caso del protagonista, Juan Salvador Gaviota, es sin duda una virtud. Indicar la razón profunda de ello.

  2. Actuar dejándose llevar por hábitos adquiridos es útil porque ahorra mucha energía psíquica, pero puede llevar a la rutina y el adocenamiento. Los grandes modelos nos ponen ante la vista las metas que podemos lograr si ejercitamos al máximo nuestras potencias y asumimos con decisión todas las posibilidades que están a nuestro alcance. Reflexionar sobre esto a base de algún ejemplo concreto.

  3. Tener personalidad e identidad personal (poder decir con todo rigor «soy un yo») implica comprometerse a fondo en el propio desarrollo. Crecer es ley de vida. No es opcional el crecer o no crecer, desarrollarse o quedar bloqueado. ¿Quién es un «hombre verdadero: el que se contenta con lo que tiene y es o el que aspira a mejorar su situación y la de los demás?

  4. ¿Puede el hombre sentirse plenamente desarrollado cuando alcanza a solas un grado elevado de realización personal? Si tenemos en cuenta que un ser personal sólo puede desarrollarse comunitariamente, ¿es necesario compartir para ser?

  5. La vida de comunidad implica comunión, entreveramiento de ámbitos de vida, participación de bienes. Los bienes más elevados son los del espíritu. Compartir estos dones, recibidos o adquiridos, es crear auténtica vida comunitaria. Si se comparten los bienes materiales, se los amengua. ¿Sucede esto también con los bienes espirituales, o más bien todo lo contrario?

 

 


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