2.
¿EXISTE UNA DETERMINACIÓN GENÉTICA DE LA HOMOSEXUALIDAD?
La
conducta sexual, como otros muchos caracteres de comportamiento,
es el resultado de la interacción de factores de tipo
genético, biológico, ambiental, vivencial y
sociocultural. Como se indicaba en un apartado anterior, una
de las dificultades del análisis genético del
comportamiento se encuentra en poder discriminar entre el
efecto de los genes y la influencia ambiental de cualquier
tipo.
Los
estudios llevados a cabo para determinar la posible influencia
genética del comportamiento homosexual se han realizado
mediante planteamientos diferentes: el análisis
de gemelos y familias o el análisis de ligamiento
con marcadores moleculares en el ADN.
2.1.
ESTUDIOS DE GEMELOS
Para el
análisis genético de caracteres de comportamiento
y, en general, de todos aquellos que no sean considerados
como congénitos sino como condicionales (propensión
o susceptibilidad a tal o cual enfermedad si se producen determinadas
circunstancias) o que estén sujetos a una posible influencia
ambiental, resulta de enorme interés la utilización
de gemelos.
Los
gemelos pueden ser de dos tipos: dicigóticos (DZ)
y monocigóticos (MZ). Los primeros
están producidos por una fecundación doble (dos
espermatozoides fecundan a otros tantos óvulos o al
óvulo y a un cuerpo polar), mientras que los segundos
se originan por segmentación de un embrión único.
Estos últimos constituyen la única posibilidad
real (en términos probabilísticos) de que haya
dos personas genéticamente idénticas; en cambio,
los gemelos dicigóticos no tienen por qué parecerse
entre sí más que otros dos hermanos cualesquiera,
con la única diferencia -que puede ser importante para
el estudio de algunos caracteres- de haber compartido un ambiente
prenatal intrauterino común.
Cuando
se trata de analizar el componente genético de un carácter
cualitativo que se puede clasificar como "todo"
o "nada" (presencia o ausencia de una enfermedad
o de una actividad de comportamiento, por ejemplo, la homosexualidad),
se establece la comparación de los porcentajes de concordancia
o discordancia observados entre pares de gemelos monocigóticos
(CMZ) y dicigóticos (CDZ). Así, Holzinger propuso
la utilización del valor H = CMZ-CDZ /100-CDZ , cuyos
límites oscilan entre 0 y 1. Si CMZ y CDZ son iguales
querría decir que el componente genético no
influye en el carácter en cuestión (H = 0),
mientras que H = 1 cuando CMZ = 100 (independientemente del
valor de CDZ), lo cual podría interpretarse como que
hay un elevado componente genético ya que el carácter
se manifiesta de igual manera en todas las parejas de gemelos
monocigóticos estudiados.
El
caso de la homosexualidad se consideraría como un carácter
cualitativo puesto que se es o no se es homosexual. En los
primeros estudios realizados se daban valores muy llamativos.
Por ejemplo, Kallman (1952a y b) obtuvo los
siguientes resultados:
|
Número
de parejas
|
Concordancia
(severidad 5-6)*
|
Concordancia
(severidad 1-4)*
|
Discordancia
|
|
MZ
|
44
|
31
|
13
|
0
|
CMZ=100%
|
DZ
|
51
|
2
|
11
|
38
|
CDZ=25%
|
*Grado
de homosexualidad según la escala de Kinsey (Kinsey
y col.,1948)
Otros
autores daban también valores similares: CMZ=100% y
CDZ=12% (Heston y Shields,1968; Shields y Slater, 1968), lo
cual permitiría inferir la existencia de un fuerte
componente genético. A nadie se le escapa el sesgo
que puede introducirse en los resultados debido a la influencia
o dependencia mutua que puede darse sobre todo en las parejas
monocigóticas. Por ello sería conveniente incluir
en los estudios de gemelos parejas que se hubieran criado
separadas, a ser posible en lugares y en familias muy diferentes;
así como incluir también estudios de adopción.
Por estos y otros motivos, la realidad es que los primeros
estudios realizados con gemelos han sido muy cuestionados,
dándoseles por ello poco crédito. Sin embargo,
las investigaciones modernas parecen más fiables.
Los
estudios modernos sobre homosexualidad utilizando gemelos
se iniciaron en esta última década, tanto en
varones (Pillard y Weinrich, 1986; Bailey y Pillard, 1991)
como en mujeres (Bailey y Benishay, 1993; Bailey y col., 1993).
En su estudio con varones homosexuales, Bailey y Pillard (1991)
analizaron 56 parejas de gemelos monocigóticos, 54
parejas de gemelos dicigóticos, 57 hermanos adoptados
(genéticamente no emparentados) y 142 hermanos normales
(genéticamente emparentados). Las concordancias obtenidas
-es decir, las probabilidades de que siendo homosexual un
varón su hermano gemelo monocigótico, dicigótico,
adoptado o normal sea también homosexual- fueron del
52%, 22%, 11% y 9%, respectivamente. Por otro lado, la probabilidad
de homosexualidad masculina en la población general
se estima entre el 1% y el 5%.
Por
su parte, LeVay y Hamer (1994) resumían de la siguiente
manera el conjunto de resultados de las investigaciones con
gemelos realizados por diferentes autores:
-
Reuniendo
los datos referentes a varones se encuentra que en el
caso de gemelos monocigóticos homosexuales la probabilidad
de que sus otros hermanos gemelos sean también
homosexuales es del 57%, mientras que en el caso de gemelos
dicigóticos homosexuales es del 24% y del 13-14%
la probabilidad de que sea también homosexual un
hermano no gemelo de un varón homosexual;
-
Los
datos referentes a la homosexualidad en mujeres indican
que los porcentajes de hermanas lesbianas son de un 50%
para el caso de gemelas monocigóticas homosexuales,
de un 16% para el de gemelas dicigóticas y del
13% la probabilidad de que también sea lesbiana
una hermana no gemela de una mujer homosexual;
-
En
conjunto, la heredabilidad del carácter
"orientación sexual" resulta ser de un 53% (con
un rango de variación del 31% al 74%) en varones
y de un 52% (27-76%) en mujeres. Por heredabilidad de
un carácter se entiende la proporción de
variación fenotípica del carácter
observado en la población que es atribuible a la
variación genotípica.
|