San Juan era cuando empezaba el verano. El día de San Juan tenía la noche más corta del año y por eso se hacía una fiesta.
Las mozas hacían chocolate y se lababan la cara antes de salir el sol, ya que decían que así quedaba la piel mas fina.
Si había algún niño
quebrado (herniado) se le pasaba por encima de una rama de manzano
al amanecer. Los que alzaban al infante debían llamarse Juan y María.
El rito correspondiente era el siguiente:
Después de haberlo pasado se
decía tres veces:
"Buenos días Juan, buenos días
María
aquí te entrego este niño
quebrado
para que me lo des curado"
y después al contrario:
"Buenos días María, buenos
días Juan
aquí te entrego a este niño
quebrado
para que me lo des curado."
Al finalizar se partía la rama sin separar los trozos y si la rama se mantenía verde el niño se sanaba .